“El ruido de los pensamientos y la contaminación mental”
¡Hola de nuevo!
La semana pasada hablamos sobre cómo superar nuestros miedos y os detallé una pequeña pauta que a mí desde luego, me funciona de maravilla. Hoy, como ya os anuncié, hablaré sobre la importancia que tiene ser genuino, porque hasta que no lo integramos en nuestro día a día, nos machacamos y contaminamos nuestra mente.
Cuando decidí que la ilustración sería algo más que un hobbie, que no pintaría para aliviar la tristeza sino para llenar la nevera, comenzaron a surgir dudas. Aunque estaba completamente convencida que era el camino que quería seguir, no confiaba lo suficiente en mis creaciones o, quizá sí confiaba en ellas pero me sentía como una madre que sobreprotege a un hijo, me daba miedo dejarlas marchar. Estos miedos los superé trabajando la confianza y fue entonces cuando me di cuenta que lo genuino que hay en nosotros muchas veces se pierde o no lo llegamos a descubrir.
Un test para saber si eres genuino o no se reduce a la pregunta ¿Eres tú mismo en todos los aspectos de la vida? En lo que a comportamiento se refiere, adoptamos diferentes formas de relacionarnos según el ámbito en el que nos encontramos: formal o informal, entre amigos o en el trabajo, etc, pero en esas situaciones ¿Actúas cómo los demás esperan que seas o cómo tú crees que esperan que seas? O por el contrario, eres genuino, lo cual indica que no dejas de ser tú mismo en ninguna situación.
Todos somos genuinos, todos somos especiales pero dejamos de serlo cuando nos flaquea la confianza, cuando dudamos de nosotros mismos y nos cuestionamos qué pensarán de nosotros, cuando entramos en el juego de compararnos y creernos inferiores ya sea por el aspecto físico, la capacidad intelectual, el saber desenvolverse, la creatividad, nuestras pasiones, nuestros deseos o nuestras inquietudes. Todos somos diferentes y eso es lo que nos hace únicos ¿Por qué compararnos en lugar de amar y potenciar aquello que nos hace especial?
Cuando nos comparamos con otras personas, nuestra energía se debilita y nos exigimos ser de otro modo. Deberíamos saber aprovechar lo que otras personas nos aportan y de qué manera nos complementan. Observar, aprender, inspirarnos y fijarnos en nuestro entorno nos puede ayudar a mejorar nuestra versión pero no hemos de permitir que vaya más allá. Hemos de abrazar lo genuino que hay en nosotros y silenciar los pensamientos negativos, aquellos que nos impiden avanzar.
Así que, piensa en aquello que te hace especial: ¿Pintas?. ¿Escribes?, ¿Cantas?, ¿Bailas?, ¿Coses?, ¿Cocinas?, ¿Sueñas?, ¿Qué se te da bien?. ¿Para qué tienes un don?, ¿Cómo es tu sonrisa? Investígate, piensa en ello y dale rienda suelta porque el amor hacia ti mismo es tu auténtico poder y no necesitas una transformación interna radical, tan solo respetarte y quererte.
Forjadora d’hores
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Mmmmm!!! Un refresco para mi mente y mis sentidos!! Gracias.
¡Qué bonito leerte por aquí! Gracias!! Además, tú sabes de qué hablo, que eres una artistaza muy grande!!!! 🙂 🙂 🙂